FORD T
El Ford T
fue el verdadero origen de la revolución del automóvil, si antes éste era algo
totalmente elitista. Con sus bajos costes convirtió al automóvil en herramienta
de trabajo y vehículo al alcance de cualquier ciudadano medio de Estados
Unidos. Pero además fue una auténtica revolución en cuanto a tecnología por su
eficacia mecánica y perfeccionamiento de la producción en cadena.
Entre 1903 y 1908, Henry Ford y
sus ingenieros desarrollaron 19 coches diferentes, designando a cada uno de
ellos con una letra del alfabeto. El modelo T se presentó el 1 de octubre de
1908 y rápidamente obtuvo la aprobación de millones de propietarios, que lo
apodaron cariñosamente como "The Tin Lizzie." (la Lata Lizzie).
Lizzie era un término coloquial para un buen y fiel servidor.
En su primer año de producción
llegaron a fabricarse 10.660 ejemplares, batiendo todos los récords de la
industria, En el año 1921 el modelo T representaba el 56,6 por ciento del total
de la producción a nivel mundial. En total se vendieron más de 15 millones de
Modelos T en todo el mundo. Record imbatido hasta los años setenta con el VW
Beetle.
Muchas de las innovaciones
asociadas al Modelo T cambiaron para siempre el proceso de fabricación de la
industria de la automoción. La cadena de producción que Ford implantó en su fábrica de Highland
Park en 1913, revolucionó por completo la industria, y no sólo en el sector de
la automoción. Los rendimientos logrados incitaron a los fabricantes de coches
a abaratar sus productos con el consiguiente beneficio para los clientes.
La introducción de este tipo de
producción hizo que en 1914 se fabricase alrededor de 300.000 coches. Entre las
innovaciones que popularizó el Modelo T se encontraba la colocación del volante
en el lado izquierdo. El Modelo T fue el primer motor en incorporar el bloque
motor y el cárter del cigüeñal en una sola unidad, y también el primero en
incorporar una culata de cilindros de fácil acceso, y el primero en utilizar
ampliamente una aleación ligera en carrocería (acero de vanadio).
El ágil planetario fue el
primer intento de caja cambios de fácil manejo, que hizo que cambiar de marcha
resultara fácil incluso para los más novatos. Otro de sus avances más
innovadores incluían encendido mediante magneto
y lubricación centralizada.
El primer Modelo T incluía ya
un juego de herramientas, llevaba el depósito de combustible bajo el asiento
delantero del pasajero por "seguridad", además de incluir por primera
vez como opción el limpia parabrisas. En 1912, fue Ford Motor Company la primera marca en
hacer un estudio de mercado tras consultar a los clientes sobre del motivo por
el que habían adquirido su Modelo T. La idea era poder racionalizar la cadena
de montaje que entraba en funcionamiento en 1913.
La maqueta que os presento es
de la marca Revell a una escala 1/16 de fácil realización y muchos detalles.